jueves, 29 de agosto de 2013

Esa es la cuestión

Ayer acudí al cine a ver la película mexicana “No sé si cortarme las venas o dejármelas largas”. Esta comedia es la adaptación cinematográfica de una exitosa obra de teatro que posee el mismo nombre. Y la obra de teatro y la cinta no nada más comparten nombre, sino que también cuentan con esencialmente el mismo elenco.

Esta comedia que representa la Ópera Prima de Manolo Caro, se estrenó la semana pasada en salas a lo largo y ancho de nuestro país. El elenco está compuesto por Luis Ernesto Franco, Zuria Vega, Raúl Méndez, Ludwika Paleta, Luis Gerardo Méndez y Rossy de Palma. Además, cuenta con participaciones especiales de Cecilia Suárez, José María Yazpik y Anabel Ferreira.

La trama se desarrolla en un edificio clase “mediero-alto” de la Ciudad de México. En dicho edificio habitan un matrimonio judío frustrado por no tener hijos. También vive un “matrimonio” católico formado por una cantante desconocida y un diseñador de modas homosexual, que viven juntos para ayudarse mutuamente a aparentar ser lo que sus familias esperan que sean. Tenemos a una dama española que intenta desesperadamente reinventarse  y dejar atrás su pasado. Estos vecinos no conviven entre ellos. No saben nada unos sobre otros y sus interacciones sociales no pasan de saludos extendidos por simple cortesía.

Todo esto cambia cuando llega al edificio un famoso, galán y extremadamente hábil ex-futbolista, que se encuentra deprimido debido a que su prometedora carrera en el futbol se vio truncada de repente. Y con su llegada, las personas que habitan en el edificio comienzan a interactuar entre ellos, en un ambiente donde comienzan a surgir traumas, antidepresivos, drogas, alcohol, sexo, traiciones, armas e intentos de suicidio y homicidio.

Debo reconocer que la película tiene sus momentos cómicos y me hizo reír en ciertos pasajes. Pero algunos gags me parecieron forzados. Además, las actuaciones de la mayoría del reparto me parecieron  inverosímiles. Ludwika y Zuria se ven preciosas, pero no les creí mucho sus personajes. Raúl Méndez me encantó en su papel de villano en Matando Cabos, pero acá no me fascinó. Lo mismo va para Luis Gerardo Méndez, cuyo personaje de “mirrey” en Nosotros los Nobles es muchísimo más entrañable que el que desarrolla en esta película.  Siendo bastante honesto, de los cinco personajes principales, el único que me pareció verosímil es el ex -futbolista, interpretado por Luis Ernesto Franco.


A pesar de esto, sí recomendaría que le dieran la oportunidad a esta película. Por tres motivos principales:
  1. Fuera del Conjuro o Blancanieves, no creo que haya en cartelera estrenos recientes que merezca la pena ver. Yo personalmente prefiero una película como No sé si cortarme las venas o dejármelas largas a Son como niños 2 o alguna otra boba comedia gringa.
  2. Esta película es parte de un esfuerzo que algunos cineastas están realizando para alejarse de las películas mexicanas que nos invadieron por años y que están totalmente impregnadas de narcotráfico, violencia, drogas, secuestros y PESIMISMO. Acá tenemos elementos negativos de nuestra cultura: machismo, homofobia e hipocresía, pero al final la película intenta darnos algo de esperanza sobre tomar las riendas de tu vida en este “mundo cruel”.
  3. La banda sonora está muy interesante. Por ahí suenan nuevas versiones de canciones como “Rueda mi mente” de Timbiriche,“17 años” de los Ángeles Azules o “Ave María” de Stephanie Salas.

   
¿Cortarse las venas o dejárselas largas? Esa es la cuestión.

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